EL ÚNICO JARDÍN DEL TUBO
Situado en
un edificio singular del Tubo encontramos una sorpresa -hoy única – que era común en
las casas nobiliarias zaragozanas entre los siglos XV y XVII.
Debemos
recordar que el urbanismo medieval, heredero del pasado musulmán creó un espacio
de ciudad compacto, de calles estrechas y casi laberínticas en donde la casa
miraba hacia el interior. Dos espacios servían de órganos vertebradores de las
estancias domesticas: el patio o luna con la escalera adyacente y un segundo patio posterior con jardín, en donde era
frecuente se situara el pozo que abastecía de agua a la casa.
Son muchos
los edificios que afortunadamente hoy muestran orgullosos sus esplendidos
patios, pero sin embrago los jardines interiores se han perdido lamentablemente
en todos los casos.
Sólo queda
este, custodiado como su más preciado tesoro en un edificio que ya de por sí es
singular. Se sitúa entre medianerías sin tener una fachada claramente definida
en una calle concreta del Tubo. El acceso principal lo encontramos en el número
26-28 de la antigua calle de las Botigas Hondas, hoy Méndez Núñez.
A través de
un profundo pasadizo, antaño entrada para carruajes que conserva su peculiar
suelo de enmorrillado en piedra, accedemos a un pequeño patio y escalera que articula
las estancias de la casa, la cual se vuelca a un coqueto y esplendido jardín
que da luz a las dos fachadas del edificio que lo abrazan.
Conserva
incluso el pozo con brocal, siendo este, el único ejemplo que nos queda en
Zaragoza en casas particulares de esta envergadura. Encontramos otros
ejemplos en claustros de edificios religiosos, como los del Seminario de San
Carlos o el Convento de las Fecetas y también el la antigua casa de Miguel Donlope, hoy sede de la Real Maestranza de Caballería.
La casa fue
construida en el siglo XVII para servir de residencia a los hermanos Ximénez de
Embún Jordán de Urriés y desde entonces ha continuado sirviendo de residencia
particular, si bien es cierto que el edificio sufrió profundas modificaciones para
adaptarlo a uso de varias viviendas perdiéndose parte del mismo.
Por último quiero dar las gracias desde aquí por la gentileza con la que me han tratado
permitiéndome hacer las fotografías que aquí os muestro.
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