antiguo CINE LATINO
Situado en la calle Estebanes 29,
el actual Bingo latino nos guarda una sorpresa que nos conecta con la etapa
dorada del cine en nuestra ciudad.
Y es que este local, inaugurado
como Cine Latino en 1954 sigue aun respirando
el sabor con el que fue concebido. Si bien es cierto que ya no proyectan
películas, los espacios del antiguo cine se han conservado casi intactos.
Por si esto no fuera suficiente, lo
que me ha llevado a dedicarle una entrada en este blog que pretende hacer un
guiño a lugares que considero “especiales”, es que guarda en su interior un
magnífico mural pintado por Luis Berdejo Elipe.
Pintado sobre el techo de la sala
y visible en su conjunto desde cualquier lugar de la misma que se distribuye en
abanico partiendo de lo que fuera la pantalla de cine; este mural nos muestra a
Apolo, dios olímpico de la Música y patrón de las Bellas Artes, sobrevolando el
Parnaso sobre su carro tirado por los Caballos de la Fantasía y acompañado por
las 9 hijas de Zeus y Mnemósine, las musas
inspiradoras de las Artes que son: Clío, Calíope, Urania, Euterpe, Erato,
Terpsícope, Talía, Polimnia y Melpómene.
Pese a que las figuras respiran
un cierto clasicismo académico alejado de propuestas más vanguardistas
desarrolladas por el propio Berdejo en etapas anteriores, la obra en su
conjunto es acertada y sigue impresionándonos, embelleciendo la sala en su
conjunto.
En este sentido podemos recordar
otros ejemplos realizados en Zaragoza en un corto espacio de tiempo como son
los esplendidos murales realizados por Javier Ciria para el teatro Fleta y los
realizados por Andrés Cornejo en los cines Palafox y Rex. Había un verdadero
empeño en monumentalizar las salas de cine, creando espacios en donde la
pintura se desarrollaba fusionándose de forma perfecta con las propuestas
arquitectónicas más modernas.
En el caso del Latino proyectado
por Marcelo Carqué, si bien es cierto que no brilló en propuestas
arquitectónicas que ya aparecían en proyectos previos de otros autores, si
destacó por el cuidado y esmero con que se decoró. Aún hoy podemos ver casi
intactos, el vestíbulo de entrada con las antiguas taquillas y el cartel luminoso
del cine; el pasillo que circunvala la sala donde se sitúan las tres puertas de
acceso con magnifica marquetería y como no, la espléndida sala de planta
elíptica que nos recibe y nos sigue trasportando a un tiempo donde ir al cine
era ir a soñar… a dejar volar la imaginación. Y en este caso, con tan
inigualable compañía de los seres fabulosos que flotan etéreos sobre nuestras
cabezas, la propuesta no podía ser más sugerente.
Finalmente quiero dar las gracias
por la gentileza con que los responsables del actual Bingo Latino me han
permitido realizar las fotografías que aquí os muestro. Espero que por mucho
tiempo sigan cuidándolo con el mimo que lo hacen.
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